En España se cultivan numerosas variedades de olivar de muy diversas características, aunque en Caterra cultivamos sólo el Empeltre y la Alberquina, de las cuales el Empeltre representa el 80%.
 
EMPELTRE 
Variedad de origen muy antiguo, cuto nombre proviene de la palabra catalana 'empelt' (injerto), que parece que fue la forma en que se introdujo en la zona del Bajo Aragón. El árbol es de gran desarrollo, cuando se cultiva en buenas condiciones ecológicas. Su maduración es temprana y tiene lugar durante la primera quincena de noviembre. Los frutos, de tamaño medio y pedúnculo muy largo, se encuentran poco visibles en el interior de la copa, debido al espeso follaje y alcanzan un color negro intenso en la maduración. Produce aceites de gran calidad y presenta un buen rendimiento en aceite (20-23%) y el k720 de 0,06 indica que se trata de aceites inmejorables. El aceite tiene un atractivo color entre amarillo dorado y oro viejo. Su gusto es frutado al principio de la campaña y recuerda, al igual que su aroma, a la fragancia del fruto del olivo. Posteriormente, en el transcurso de la campaña, se vuelve ligeramente dulce, transparente y con un sabor suave y muy agradable
 
ARBEQUINA 
Variedad cuyo nombre proviene de Arbeca, pueblo de Lérida, donde inició su cultivo. Probablemente es la variedad más extendida en Cataluña. Árbol de vigor medio, de porte abierto y forma globosa, produce frutos pequeños y esféricos. Se presentan arracimados, con un buen rendimiento en aceite (20-22%). Es una variedad muy productiva y de entrada en producción precoz. Rústica y resistente a las heladas y su fruto madura a partir de la segunda quincena de noviembre. Produce un aceite de excelente calidad, muy estimado para la composición de aceites y coupages y se destina fundamentalmente a la exportación. En las diversas comarcas olivareras se distinguen distintos tipos de aceite según sea la época de recolección.